jueves, enero 30, 2014

SÓLO ABRÁZAME / 5. EL SECRETO (2º parte)


Amir bajó lentamente las escaleras. Miranda, cada vez que veía a su hijo, no podía evitar hacerse de la figura del hombre que se suponía sería su pasaporte a la riqueza y a una nobleza que creía merecer.

Aquel lejano recuerdo de un feroz abandono y duras palabras que sus oídos tuvieron que escuchar, la habían terminado por convertir en aquel despojo de ser humano sombrío, agrio y lleno de rabia. La misma que comenzaba a subir por las sienes y a salir como fuego por sus ojos y veneno de su lengua.

Se acercó hacia él con paso firme y con furia le dio vuelta la cara de una fuerte bofetada.

- Por qué no has respondido las llamadas que te ha hecho Miranda, imbécil
- Cálmate Olivia - dijo Miranda asustada; sintiendo en el aire una terrible atmósfera de odio y dolor
- Hola mamá. También te extrañé. ¿Tuvieron un buen viaje? - respondió Amir con una mueca de dolor en su boca y los ojos vidriosos.

Estaba tan acostumbrado a esos modos de su madre que ya no les daba demasiada importancia. Menos ahora, que sentía que había alguien a quien debía proteger y no era tiempo de ser débil.

- Si bastante tranquilo - dijo Miranda, intentando bajar la  tensión en el ambiente

- ¿Y qué has hecho durante nuestra ausencia que no has podido responder a los llamados que tu novia te hizo? - preguntó Olivia inquisidora.
-Nada madre. Estudiar. Ya sabes, me queda sólo este año para egresar.

Olivia no estaba muy interesada en los estudios de Amir, sólo quería indagar en lo relacionado con esa chica que Miranda le había comentado.

- ¿Estudiar qué? ¡No me mientas! Miranda me ha hablado de esas nuevas amistades que ahora tienes. Seguro te están llenando la cabeza de tonterías que sólo a alguien como tu podría interesar.
-Pero Olivia, si a esa persona no se le puede considerar como una amistad. ¡Es tan insignificante!

Amir cerró los ojos para no mirar a Miranda con la rabia que ya se le venía apareciendo por las sienes y sobre todo en su mirada de hielo. Olivia se dio cuenta de aquella reacción en él y aunque no le quiso dar importancia, le preocupó. Jamás lo había visto sosteniendo aquella postura. Estaba rígido y con la respiración agitada. Su mandíbula se tensaba; la nuez de adán parecía haber crecido y ahora subía y bajaba con cierta frecuencia.

 - Tu sabes que no tengo amistades - dijo Amir.

Intuía que debía proteger a Sofia de ese par de víboras. Ellas no debían saber de su existencia. Sabía que su vida podía correr serio peligro si así fuera.

- ¿Y esa niñita de la biblioteca con la que charlas tanto?
- No se de quien me hablas 

Pero Olivia no era tonta. Su hijo se mostraba muy diferente al chico tímido y asustadizo que ella había creado.

- Anyway - dijo Miranda - No es nada importante. Mira Amir, quiero mostrarte las cosas que compré para la fiesta de compromiso.

Sofía, en tanto,  estaba desde hacía largo rato frente a su laptop. Todo el tiempo que habían perdido y nada los llevaba hacia una pista segura. Pero ahora tenía los recortes de períodicos viejos que mantenía tan secretamente guardados la madre de Amir.

Aún estaba sorprendida al ver la primera respuesta a su consulta hecha por Internet.
Leyó más de una vez para convencerse lo que sus ojos veían: "El príncipe de la Isla de Birelaahiun, Amir Ghazi Bin Aziz, se encuentra de vacaciones en las Islas Canarias...."

Al día siguiente, Amir y Sofía habían quedado en encontrarse en el gimnasio. Suponían que sería un buen lugar para esconderse de la inquietante mirada de Olivia.

- Amir, es mejor que te sientes para que escuches lo que tengo que contarte.
- No me asustes por favor. Dime qué has podido averiguar
- Amir, si mis investigaciones van por la dirección correcta, debo decirte que...- Sofía agachó la cabeza y sacó varios papeles de su bolso
- ¿Qué pasa?. No me pongas más nervioso de lo que ya estoy.
- Amir tu padre se llama igual que tu. Él vive y es...el príncipe heredero de una gran fortuna y títulos nobiliarios.
- ¿Estás jugando conmigo Sofía?
- Espera. Es que eso no es todo. Siéntate

Amir se sentía agobiado. Las únicas palabras que se repetían en su cabeza eran: "él vive..."

- Alrededor de la fecha en que yo calculo pudiste haber sido concebido - continuó Sofía - este príncipe se anduvo paseando por acá. Incluso se fotografió junto a...
- ¿Junto a mi madre?
- Si Amir, esta es la misma foto que encontramos en la habitación de ella. La amplié y creo que no es necesario un examen de ADN para darse cuenta que tu eres su hijo.

El corazón de Amir latía a toda velocidad. Se tomaba la cabeza con las dos manos, se sentaba, se paraba. Sofía no decía nada. sólo lo observaba.

- Siempre lo supe. ¡Él está vivo! - exclamó, tomándola por los hombros con fuerza
- Parece un cuento para niños - dijo Sofía - Si no es porque yo misma he investigado, no me lo podría creer.

Ella sabía lo que aquello significaba. Observaba con ternura su reacción casi infantil y tuvo un mal presentimiento que la paralizó por unos instantes pero que intentó no darle importancia. Por unos breves momentos sintió miedo y eso no le gustó.

Juntos salieron del gimnasio. Amir tomó la mano de ella y luego la acercó hacia su cuerpo. La abrazó tan fuerte que ella tuvo que pedirle que la dejara respirar. Rieron y se besaron en cada portal camino a la facultad. Iban tan contentos y concentrados sólo en ellos que no se fijaron en el sospechoso automóvil negro que los seguía de cerca.

- ¿Qué harás ahora con esta información Amir?
- No lo sé Sofía. Aun estoy demasiado emocionado.
- ¿Tu crees que él sepa de tu existencia?
- No lo se
- Amir, hay algo más que supe acerca de tu padre.
- ¿Qué es?
- Andará por acá en pocos días.

Sus pasos se detuvieron. Luego de unos minutos en que sólo se miraron. Él reaccionó

- Si es como tu dices, osea, que es un príncipe y todo eso, será un poco difícil acercarse hasta él.
- No lo creo que tanto

Amir levantó una ceja

-... Viene a tu compromiso.
- ¡Qué!?
- Es decir, la noticia no dice que viene así como directamente a tu compromiso, pero si hace mención a que fue invitado por una familia muy importante a la celebración del compromiso de sus hijos.
- Pero puede referirse a otro compromiso
- Es que es en la misma fecha del tuyo y nombran a alguien con el apellido de Miranda.
- Eso podría significar que sí. Que él siempre ha sabido que yo existo y que no le importa
- Espera. Tal vez sea como dices. Una coincidencia. No te mortifiques por favor. Prefiero verte feliz. Quiero verte feliz siempre. Amir.... por favor

Pero él ya le había soltado las manos para luego irse sin besarla, sólo con un simple adiós y sin mirar hacia atrás

- ¡Llámame! - gritó ella, pero él solo levantó una mano y siguió su camino.

El auto negro estaba estacionado cerca de ellos. Una vez que Amir se alejó, comenzó a seguir a Sofia hasta su casa.
Sofía entró despreocupada. Pensaba en los sentimientos de Amir y de como estaban de heridos. Al intentar cerrar la puerta tras de si, un zapato de mujer se interpuso.

- Buenas tardes - dijo Olivia, entrando sin permiso
- ¡Pero señora!
- No andaré con rodeos. Quiero que dejes en paz a mi hijo.
- ¿Y quien es su hijo?
- No te hagas la tonta niñita estúpida
- Señora, por favor, retírese. Yo a usted no la conozco y más encima viene a insultarme en mi propia casa. ¡Por favor váyase!
- Debes saber que él se casará pronto y no voy a permitir que lo que me ha costado tantos años...

Olivia se detuvo. La rabia y el miedo la traicionaron. Sabía que no podía decir nada más.

- Mire señora, usted puede estar tranquila, porque no se de qué me está hablando. Por favor, por última vez. ¡Salga de aquí!
- Sólo te diré una cosa más. El futuro de mi hijo ya está trazado y ni tu ni nadie vendrá a tirar por la borda lo que por tantos años he venido planeando para él.
- ¿Para él o para usted?
- ¡Qué dices! ¡Cómo te atreves!

Sofía no pudo contenerse. Ahora ya la había puesto sobre aviso de que ellos lo sabían todo. O Casi todo.

- Señora, ya le dije que salga de mi casa por favor

Olivia se acercó furiosa hasta Sofía. Estaba algo ebria. Alzó la mano para darle una bofetada, pero la detuvo con fuerza y sin quitarle los ojos de encima.

- A mi usted no viene a levantarme la mano vieja borracha asquerosa

La mujer se horrorizó y como pudo, intentó zafarse de la firme mano de Sofía para volver a abalanzarse sobre ella, pero justo en ese momento llegó Pedro.

- ¿Qué pasa aquí? ¿Quién es usted?

Pedro comenzó a forcejear con Olivia, hasta que ésta cayó aparatosamente al suelo.

- ¿Sofía quien es esta mujer?
- No lo se Pedro. Golpeó a mi puerta y comenzó a insultarme. ¡Está borracha!
- Señora si no se va en este momento llamaré a la policía


Olivia, humillada, se levantó como pudo y mirando a Sofía la amenazó de muerte haciendo una señal con el dedo pulgar en su cuello mientras salía de la casa a tropezones.

- ¿Quien es esa vieja loca?
-  La madre de Amir - confesó Sofia
- ¿Me puedes decir qué es lo que está pasando?

Sofía aún nerviosa se sentó en el sofá junto a su hermano para comenzar a relatarle todo lo sucedido. Él debía saber. Ahora si que estaba en peligro y tenía miedo. Por ella y por Amir.

Continuará

(22/04/2010)

2 comentarios:

  1. ¡¡Joé con el relato!! me ha puesto los pelos de punta...escribes de maravilla, y haces que te introduzca dentro de la trama. Espero la continuación.

    Un besote.

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    Respuestas
    1. Tan lindo Fibo!!!! Gracias

      Comentarios como el tuyo me animan a seguir. :)

      La historia la escribí en el 2010 y de verdad era bien mala... jejejeejj... Igual estaba pensando en abandonarla. Pero ya ves..

      Cada cuento es como un pequeño hijo y como buena madre que creo que soy, no puedo abandonarlos a su suerte..Y ahi toy tratando de enderezarla... jijijjiij.

      Ojalá te guste y les guste a todos los que se dan un tiempo de pasearse por acá.

      Un abrazote chiquillo

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