No puedo evitar quitar
esta sonrisa de mi cara. Mis amigas me preguntan pero de verdad estoy tan feliz
que no quiero escuchar frasecitas como : "recuerda que tiene novia",
"pero ¿cómo pudiste?", "te creía más inteligente"... y
cosas por el estilo. Ya llegará el momento de comentarlo, cuando ya no esté en
esta empresa de mierda.
El lunes me presenté ante
Ricardo y le entregué mi carta de renuncia. Se quedó de una pieza.
-Adios, - le dije
-¿Qué pasó?, ¿por qué te
vas?
-¡Y lo preguntas más
encima! ¡Hay que ser bien descarado!
Justo en el momento que
estoy dando la vuelta para irme llegó uno de los dueños de la empresa, Felipe
es su nombre. Casi nunca va por allá y, cosas del destino, ese día estaba en
lugar y el momento menos indicado para Ricardo.
-Hola Doris, ¿cómo te ha
ido?- preguntó Felipe
-Bien Felipe, pero debo
despedirme, justo en este momento estoy presentándole mi renuncia a Ricardo
-¡Pero qué ha pasado!,
¿por qué nos dejas?
-Pregúntale a él. Veamos
si es tan hombrecito.
Dicho esto salí de ahí y
me dirigí al despacho de Félix muy emocionada.
Al entrar, lo encontré
hablando por teléfono muy serio. Cerré la puerta con llave y me acerqué a él
sigilosamente. Acaricié su pecho y comencé a quitarle la corbata, luego abrí su
camisa para que mis labios pudieran volver a sentir su piel.
Él seguía intentando
hablar por teléfono y a ratos se reía bajito intentando quitar mis manos que
descontroladas no aceptaban alejarse de su cuerpo.
Me senté en sus piernas
para sentirlo cerca mientras besaba su cuello y sus orejas.
En ese momento detuvo la
conversación que tenía y colgó rápidamente. Me tomó por las caderas y llevó mi
cuerpo hacia él.
Me besó con deseo. Nos
echamos sobre el escritorio y sin pensar en lo que podría estar pasando allá
afuera le dimos rienda suelta a la pasión.
-Ahora si me voy tranquila
- le dije - Esta era la fantasía más erótica que he tenido hasta ahora contigo.
-¡En serio!- me respondió
él risueño
-Había días que al pasar
por frente de tu oficina se me venían unos calores al cuerpo y mis pies querían
volar hacia ti para sentirte así cerquita.
-A mí también me pasaba -
dijo el sonrojándose un poco y dándome un beso.
-¡Nos vemos en la noche!-
me despedí alegre
-¡Por supuesto!, ahí
estaré. No te librarás de mi tan fácilmente - Dijo Félix agarrándome nuevamente
por la cintura, besando y lamiendo mi boca y mi cuello, a la vez que volvían
sus manos a apoderarse de mis pechos y mis caderas.
-Ya... vamos que ahora sí
que nos descubren - dije sonriendo - Nos vemos.
-Está bien, está bien. Es
que no me puedo resistir a esas curvas - dijo Félix arreglándose la ropa y los
cabellos que yo me había encargado de desordenar.
No sé qué pasará más adelante.
No quiero pensar en aquello, sólo quiero disfrutar este momento mágico. Cada
minuto, cada segundo que esté junto a él lo pretendo vivir al límite, sin
miedo.
Manuel ya no se volvió a
aparecer por mi apartamento. Entendió que perdió conmigo el día que se dejó
seducir por Ana. Ahora supe que están nuevamente juntos y que él es muy
desdichado. No debo sentirme mal por eso. El quiso que así fuera.
Félix renunció a los pocos
días que lo hice yo y tomó el puesto Bruno, lo que ha hecho que la empresa esté
pasando por su peor crisis desde su fundación.
Con Félix estamos viendo cómo
sacarle partido a esta situación viendo la forma de ir ganando a los clientes
que se han ido marchado de allá para formar nuestra propia empresa.
Su ex volvió de uno de sus
viajes a Europa y no fue necesario decirle nada, ella ya venía acompañada por
otro tipo, así que nadie salió lastimado.
Dejo de escribir este
diario porque dejé de ser "una gorda divorciada". Lo de gorda era porque me costaba aceptarme tal cual era. Mi separación me había dejado con algunas secuelas psicológicas difíciles de sobrellevar.
Luego de mucho trabajo me di cuenta que todo estaba en mi actitud, la que reflejaba hacia los demás; como me veía y como me sentía por dentro. Divorciada, bueno era mi estado civil en ese momento.
Hoy soy la misma mujer pero más segura y cómoda con mi nueva situación. El estado civil continuará siendo "divorciada". No se si eso cambie algún día. El temor al fracaso aún me persigue por lo que Félix y yo mantenemos nuestra independencia sin dejar de vernos todos los días.... y las noches.
Ya termina?? Me gustó mucho, mucho.
ResponderEliminarUn beso
Pero por qué me da tanta pena cada vez que acabas una historia, pensando que no me engancharé así en la siguiente....
ResponderEliminarUn besazo y mis caricias, mi gordita feliz!!!
Hola guapa,un placer estar aquí,bellas letras,un lujazo, gracias, buena tarde, besos múltiples...
ResponderEliminarfelicidades entonces gran historia a ver que nos deparan tus letras ahora...
ResponderEliminarque buena historiaa.. me gusto muchisimoo.. que bueno q las cosas para Doris se arreglaron y de la mejor manera jejeje..
ResponderEliminarEcelente! besos!